Es un producto que necesitan muchos camiones y autobuses diésel pesados en Europa para eliminar los óxidos de nitrógeno de los gases que emiten.
Se trata de una solución limpia y no tóxica, que se puede manejar con seguridad y que no daña el medio ambiente. AdBlue se almacena en un depósito independiente junto al depósito diésel, pero no se añade al combustible diésel.
La calidad de AdBlue es un factor importante y se controla mediante la norma DIN 70070.